La clavada es una táctica fundamental en ajedrez que ocurre cuando una pieza no puede moverse sin exponer a otra más valiosa, como el rey o la dama. Es una herramienta poderosa para inmovilizar piezas y ganar ventaja estratégica o material en la partida.
Existen dos tipos principales de clavadas:
- Clavada absoluta: Sucede cuando la pieza detrás de la clavada es el rey. En este caso, la pieza no puede moverse legalmente porque dejaría al rey en jaque.
- Clavada relativa: Se da cuando la pieza detrás es valiosa, como la dama, pero el jugador puede decidir mover la pieza clavada, aunque normalmente no lo hace para evitar perder material.
La clavada suele ser más efectiva cuando se realiza con alfiles, ya que estos pueden atacar piezas a larga distancia, especialmente caballos, que son vulnerables por su corto rango de movimiento.
Usar la clavada requiere precisión. Es importante identificar momentos clave para aplicarla y proteger las piezas que ejecutan esta táctica, ya que el oponente intentará liberarse.